Las condiciones al alquilar pisos amueblados
Alquilar pisos amueblados supone una solución para muchas personas que necesitan disponer de una serie de muebles, imprescindibles para el día a día. Alquilar un piso amueblado tiene implicaciones administrativas que es preciso conocer, además, también es importante saber lo que establece la legalidad actual a la hora de negociar el mobiliario de una casa en alquiler.
Que consideramos un piso amueblado y semiamueblado
Antes de analizar las implicaciones legales, es importante saber qué consideramos un piso amueblado y semiamueblado.
La principal diferencia entre un piso amueblado y un piso semiamueblado es la cantidad y el tipo de muebles que se incluyen en el alquiler. Un piso amueblado suele incluir todos los muebles necesarios para que la vivienda sea funcional, por ejemplo sofás, mesas, sillas, camas, armarios, y electrodomésticos como la nevera, la lavadora y muebles de cocina. Esto significa que los inquilinos solo necesitan traer sus propias pertenencias personales para instalarse en el piso.
Por otro lado, un piso semiamueblado incluye algunos muebles básicos como sofás y mesas, pero no todos los muebles necesarios para vivir en la vivienda. Los inquilinos, por tanto, necesitarán comprar algunos muebles adicionales, como camas o armarios.
Las ventajas de alquilar una vivienda amueblada
Para los inquilinos, alquilar pisos amueblados suponen una serie de ventajas que, en algunos casos, también suponen un beneficio para propietarios y propietarias.
- Ahorro de tiempo y dinero: Al alquilar un piso amueblado, los inquilinos no tienen la necesidad de comprar muebles ni electrodomésticos nuevos, lo que permite ahorrar tiempo y dinero.
- Comodidad: Los inquilinos pueden disfrutar de la comodidad de tener muebles adaptados a la vivienda en la que van a vivir.
- Flexibilidad: Los inquilinos pueden disfrutar de la flexibilidad que ofrece un piso amueblado, ya que la Ley permite tomar decisiones respecto al mobiliario de un piso en alquiler.
- Valor añadido: Respecto a propietarias y propietarios, los muebles suponen un valor añadido que revaloriza el precio del alquiler.
- Inmediatez: Un piso amueblado se puede ocupar de inmediato, no teniendo que esperar a la compra o al traslado de muebles.
Respecto a los perjuicios del alquiler de pisos amueblados, es importante destacar que el uso puede desgastarlos o deteriorarlos, además, en algunos casos inquilinos e inquilinas disponen de muebles propios, y por tanto buscan pisos sin mobiliario.
La legalidad actual referida al alquiler de pisos amueblados
Al igual que en la mayoría de las cláusulas que se incluyen en un contrato de alquiler, el mobiliario con el que se alquila una casa se puede negociar entre ambas partes. Las personas propietarias y los inquilinos pueden decidir qué muebles permanecen en el inmueble, sin embargo, es importante recordar que son los caseros quienes tienen la última palabra, por tanto, si este no quiere retirar parte del mobiliario, no tiene por qué hacerlo.
Si una vez finalizado el contrato, los propietarios perciben que falta algún mueble, es posible solicitar una compensación económica, especialmente en casos en los que se hubiera podido actuar de mala fe.
Incluir un inventario de muebles en el contrato de alquiler
En los casos de los pisos que se alquilan con muebles, es muy recomendable incluir un inventario con los muebles que permanecen en la vivienda. Es preciso crear un registro con los muebles que permanecen en la casa, junto a documentos gráficos, preferiblemente fotografías, que demuestren su estado en el momento en el que se entregan las llaves de la vivienda. Este registro también se puede llevar a cabo en casas semiamuebladas y en viviendas que se alquilan sin amueblar, pero que incluyen electrodomésticos.
Mediante un listado de muebles, podemos evaluar el estado del mobiliario una vez finalizado el contrato, las fotografías permiten comprobar si algún elemento ha sufrido algún deterioro no producido por el uso normal.
Reformar o pintar mobiliario en una casa de alquiler
Una cuestión recurrente respecto a los pisos alquilados con muebles es la posibilidad de variar el estado del mobiliario. ¿Es posible pintar, barnizar o variar la apariencia de un mueble propiedad del arrendador?, sí, siempre que se cuente con su permiso.
Si vives en un piso de alquiler y quieres reformar uno o varios muebles, puedes hacerlo siempre que solicites permiso y los propietarios acepten este cambio.
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