Echar a un inquilino de renta antigua

Cómo echar a un inquilino de renta antigua

La legislación inmobiliaria española permite finalizar un contrato de alquiler mediante diferentes mecanismos legales, sin embargo, en el caso de las propiedades de renta antigua el proceso es más complejo. ¿Cómo echar a un inquilino de renta antigua?, analizamos las alternativas legales y las soluciones que tienen propietarios y propietarias actualmente. 

Qué es una renta antigua

Antes de conocer los procesos legales para echar a un inquilino de renta antigua, es preciso saber qué tipo de alquileres se consideran de renta antigua.

En España, un contrato de renta antigua se considera a un contrato de alquiler firmado entre los años 1950 y 1985, hasta este año era posible firmar un alquiler de por vida a los inquilinos, una cláusula que fue retirada, pero no con carácter retroactivo, por tanto, una persona que hubiera firmado un contrato permanente a día de hoy todavía puede beneficiarse de las cláusulas.

Una de las particularidades de este tipo de contrato es que incluía a la persona titular, al cónyuge y a los hijos, por tanto, los descendientes del titular tenían derecho a reclamar el alquiler con las mismas cláusulas firmadas en el original.

La ventaja de estos contratos, y la razón por la que se firmaron muchas cláusulas permanentes en su momento, es que garantizaba al propietario o propietaria un alquiler de por vida, evitando el cambio de inquilino. El principal perjuicio es que el precio del alquiler permanecía inalterable con el paso de los años, llegando incluso a incluir a los descendientes del titular original. 

¿Es posible formalizar un contrato de por vida en la actualidad?

No, legalmente los plazos máximos de un alquiler son de 5 años en el caso de las personas físicas y 7 años para personas jurídicas. Incluso en casos en los que ambas partes se pusieran de acuerdo para establecer un contrato permanente, prevalecería el plazo máximo legalmente establecido, añadiendo 3 años de prórroga automática si no se introducen cambios en el contrato.

 

Inmuebles de renta antigua en la actualidad 

La base de un contrato de renta antigua es que las cláusulas firmadas en origen se mantienen de forma permanente, en la actualidad se estima que en nuestro país hay aproximadamente 200.000 pisos con este tipo de contrato en vigor, por tanto, son muchas las personas que tienen el valor de su alquiler congelado desde hace décadas. 

Además de las condiciones anteriores, también es importante evaluar otras implicaciones que llegan a la actualidad.

  • Es posible ajustar el alquiler de renta antigua al IPC, aunque no todos los propietarios conocen esta cláusula, y por tanto, en la mayoría de los casos el precio se mantiene. 
  • Hasta 1994 era posible heredar un alquiler de renta antigua, desde entonces el contrato se extingue con el fallecimiento del titular o su cónyuge. 
  • El inquilino siempre va a tener una opción de compra preferente en caso de que los propietarios quieran vender el inmueble.

 

En términos generales, son los inquilinos los que obtienen más ventajas en los contratos de alquiler en vigor, sin embargo, propietarios y propietarias tienen margen de maniobra en varias circunstancias. 

Cómo echar a un inquilino de renta antigua

Existen siete supuestos a los que podemos recurrir para dar por finalizado un contrato de alquiler de renta antigua, son los siguientes.

  • Si el inquilino tiene otros inmuebles en propiedad en la misma localidad.
  • Si se necesita el piso para uso propio o de un familiar directo.
  • Si el inmueble va a ser derribado.
  • Si el inquilino se ausenta más de 6 meses al año sin justificación.
  • Si descubrimos que la propiedad ha sido subarrendada. 
  • Si es necesario llevar a cabo obras que excedan el 50 % del valor del piso. 
  • Si se producen impagos por parte de los inquilinos. 

 

Cualquiera de estas razones es suficiente para dar por finalizado un contrato de renta antigua, sin embargo, la resolución depende de las instancias judiciales, no podemos decidir unilateralmente que el contrato ha finalizado.

Si no se cumple ninguna de las condiciones anteriores, siempre podemos negociar con los inquilinos. En muchos casos es posible llegar a un acuerdo para actualizar la cuantía del alquiler, o para incluir otras cláusulas que actualicen los términos del contrato. 

Si no existiera la posibilidad de negociar, es posible también recurrir a la vía judicial unilateralmente, aunque es muy difícil que un juzgado nos dé la razón.

Asesoría para el alquiler con Zazume

En Zazume te ofrecemos un servicio de asesoría y gestión del alquiler a tu medida, si tienes una o varias casas que todavía dependen de rentas antiguas, podemos evaluar la situación y ofrecerte soluciones para actualizar las cláusulas.

En Zazume dispones de asesoría legal y la posibilidad de percibir siempre tu renta mes a mes, incluso si tus inquilinos generan impagos. Zazume es el servicio que necesitas para proteger tu alquiler y tus inversiones inmobiliarias.   

  

 

 

 

Cómo alquilar un piso en Madrid si eres propietario
Qué es el desahucio express y cómo se solicita