Funciones de una junta de propietarios

Cuáles son las funciones de una junta de propietarios y sus órganos de gobierno

Conocer las funciones de una junta de propietarios, así como su organización, es fundamental para cualquier persona que resida en una comunidad. A continuación, vamos a analizar las funciones básicas de una junta de propietarios y otras cuestiones básicas para su funcionamiento. 

Qué es una junta de propietarios

Una junta de propietarios es un órgano de gobierno en comunidades de viviendas, formado en edificios o complejos de oficinas donde la propiedad es compartida. Esta junta es responsable de tomar decisiones sobre el mantenimiento y la administración de las áreas comunes, además de otros asuntos relevantes para el bienestar colectivo de los propietarios.

La junta se compone de todos los propietarios del edificio y se reúne regularmente para discutir y votar sobre cuestiones que afectan a la comunidad. Es obligatoria según la ley en muchos países, incluido España, donde se rige por la Ley de Propiedad Horizontal.

Órganos de gobierno de una junta de propietarios

En una junta de propietarios, que es el órgano máximo de decisión en una comunidad de vecinos, existen varios órganos de gobierno clave encargados de la gestión y la administración diaria. Estos órganos son fundamentales para asegurar que las decisiones tomadas en las reuniones de la junta se implementen eficazmente y que la comunidad funcione de manera ordenada y coherente.

  • Presidente: El presidente de la junta de propietarios es el principal responsable y representa legalmente a la comunidad en todos los asuntos que afectan a la copropiedad. Tiene la tarea de convocar y presidir las reuniones, firmar actas, y asegurar que se cumplan las decisiones de la junta.
  • Vicepresidente: Este cargo es opcional y su función principal es asistir al presidente y sustituirlo en su ausencia. El vicepresidente actúa como un apoyo en la gestión de las tareas administrativas y en la toma de decisiones.
  • Secretario-Administrador: A menudo, este rol es desempeñado por una misma persona, que puede ser un propietario o un profesional externo. El secretario es responsable de redactar y custodiar las actas de las reuniones, mientras que el administrador se encarga de la gestión financiera, como la preparación de presupuestos, el cobro de cuotas y el pago a proveedores.

Las funciones de una junta de propietarios

  • Tomar decisiones sobre el mantenimiento de áreas comunes: Esto incluye la aprobación de trabajos de reparación, renovaciones o mejoras en zonas compartidas como jardines, pasillos, fachadas y ascensores.
  • Aprobar el presupuesto anual: La junta debe establecer y aprobar un presupuesto que cubra todos los gastos ordinarios y extraordinarios previstos para el año, asegurando los fondos necesarios para el mantenimiento y la administración de la comunidad.
  • Establecer y recaudar cuotas comunitarias: Determinar las cuotas que cada propietario debe aportar para cubrir los gastos comunes, asegurando que sean proporcionales y justas según la participación de cada uno en la comunidad.
  • Contratar y supervisar a proveedores y servicios: Seleccionar y contratar a proveedores para servicios de limpieza, seguridad, y otros necesarios para el buen funcionamiento de la propiedad común. Además, es imprescindible supervisar su desempeño para asegurar que cumplen con los estándares acordados.
  • Administrar fondos de la comunidad: Administrar eficientemente los fondos recaudados, incluyendo la gestión de cuentas bancarias de la comunidad, y asegurar la correcta asignación y utilización de estos recursos.
  • Hacer cumplir las normas y reglamentos de la comunidad: Asegurar que todos los copropietarios y residentes cumplan con las normas de convivencia establecidas, y aplicar sanciones en caso de incumplimientos.
  • Resolver conflictos entre vecinos: Actuar como mediador en disputas entre propietarios o entre propietarios e inquilinos, buscando soluciones amistosas y manteniendo la armonía dentro de la comunidad.
  • Convocar y organizar reuniones periódicas: Organizar asambleas ordinarias y extraordinarias, asegurando que todos los propietarios estén debidamente informados y puedan participar en las decisiones importantes.
  • Realizar modificaciones en las áreas comunes o en la estructura de propiedad: Aprobar cualquier cambio significativo en las áreas comunes o en el uso de las mismas, así como cualquier modificación que afecte a la estructura del edificio.
  • Gestionar emergencias y siniestros: Desarrollar planes de respuesta ante emergencias que puedan surgir, como incendios o inundaciones, y coordinar las acciones necesarias para proteger a los residentes y la propiedad.
  • Promover mejoras en la eficiencia energética y sostenibilidad: Iniciar proyectos que mejoren la eficiencia energética del edificio y promuevan prácticas sostenibles dentro de la comunidad.

Reclamaciones habituales a una junta de propietarios

Las reclamaciones habituales que los propietarios presentan ante una junta de propietarios suelen estar relacionadas con aspectos de mantenimiento y gestión del edificio. Una queja común es la falta de mantenimiento adecuado o retrasos en las reparaciones en áreas comunes, como ascensores, techos con goteras o sistemas de calefacción central. Los propietarios reclaman habitualmente que la junta actúe con prontitud para resolver estos problemas y mantener el buen estado de las instalaciones.

Otra área frecuente de reclamaciones se centra en las discrepancias sobre las cuotas de comunidad. Algunos propietarios pueden considerar que las cuotas son demasiado altas o que no se gestionan de manera eficiente. Estas preocupaciones a menudo llevan a solicitudes de transparencia en la gestión financiera y peticiones de justificación de los gastos realizados por la junta.

Los problemas de ruido y otras molestias causadas por vecinos también son una fuente común de conflictos. Los propietarios afectados suelen acudir a la junta para que medie y aplique las normativas de convivencia, para garantizar un ambiente tranquilo y respetuoso.

Las decisiones sobre modificaciones estructurales o estéticas en el edificio pueden generar reclamaciones, en casos en que no todos los propietarios están de acuerdo con los cambios. Esto incluye desde la instalación de antenas o sistemas solares, hasta la renovación de fachadas. 

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