Escala de certificación energética

La escala de certificación energética para viviendas

El certificado energético es un aspecto importante al valorar una vivienda para su alquiler. Este informe incluye información energética de todo tipo, que se resume en una escala de certificación energética, en este caso vamos a evaluar esta escala y su impacto en la eficiencia de una casa.

Qué es el certificado energético

El certificado energético es un documento oficial que evalúa la eficiencia de un inmueble en términos de consumo de energía. Este certificado es obligatorio en España para cualquier propietario que desee vender o alquilar su propiedad, el objetivo principal es informar a los compradores o inquilinos potenciales sobre el consumo energético y las emisiones de CO2 del inmueble, permitiéndoles comparar y evaluar la eficiencia energética entre varios inmuebles.

La escala de certificación energética es un elemento clave de este certificado. Se presenta generalmente en una escala de letras, que va desde la «A», para los inmuebles más eficientes, hasta la «G», para los menos eficientes. Cada letra indica cuánta energía consume el inmueble y cuánto contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero. Un inmueble con calificación «A» es altamente eficiente, lo que implica un menor consumo de energía y costes más bajos para el propietario o inquilino, mientras que una calificación «G» indica ineficiencia y mayores costes.

Obtener este certificado no solo es un requisito legal, también ofrece ventajas competitivas en el mercado inmobiliario. Propiedades con mejores calificaciones suelen ser más atractivas para compradores e inquilinos conscientes del medio ambiente y preocupados por los costes energéticos a largo plazo. Una buena calificación puede aumentar el valor de la propiedad o el alquiler.

Los valores de la escala de certificación energética

La escala de certificación energética se mide de la «A» a la «G» y clasifica inmuebles según su eficiencia energética y consumo. Cada tramo de la escala representa un nivel de eficiencia.

  • A (Muy eficiente): Esta es la calificación más alta y se otorga a edificios que son extremadamente eficientes en términos de energía. Los inmuebles con esta clasificación tienen un consumo energético muy bajo, lo que significa que son respetuosos con el medio ambiente y tienen costes operativos reducidos. Suelen incorporar tecnologías de ahorro de energía avanzadas, como aislamiento de alta calidad, ventanas de doble o triple acristalamiento y sistemas de calefacción y refrigeración eficientes.
  • B y C (Eficiente): Estas categorías son para inmuebles que son eficientes en el uso de la energía, sin llegar a la categoría A. Tienen características que ayudan a reducir el consumo de energía, como buen aislamiento y sistemas de calefacción y refrigeración eficientes, pero pueden no tener todas las tecnologías de un edificio de categoría A.
  • D y E (Moderadamente Eficiente): Los inmuebles en estas categorías son menos eficientes que los anteriores. Aunque pueden tener algunas medidas para el ahorro de energía, como aislamiento básico o sistemas de calefacción estándar, tienen un mayor potencial de mejora en eficiencia energética.
  • F y G (Ineficiente): Estas son las calificaciones más bajas en la escala de eficiencia energética. Los inmuebles en estas categorías son los menos eficientes y tienen el mayor consumo de energía. Generalmente carecen de aislamiento adecuado, tienen sistemas de calefacción y refrigeración obsoletos o ineficientes y pueden requerir importantes mejoras para reducir su consumo de energía.

 

La calificación energética de un inmueble es un factor importante, tanto para los propietarios como para los inquilinos, ya que afecta directamente al coste de mantenimiento del inmueble, así como a su impacto en el medio ambiente. 

¿Es posible mejorar la calificación energética de un inmueble?

Para mejorar la valoración energética de una casa es esencial implementar medidas que aumenten su eficiencia en el uso de la energía. Primero, se puede mejorar el aislamiento térmico, esto incluye instalar ventanas de doble acristalamiento, aislar techos y paredes, y sellar rendijas y fisuras para evitar pérdidas de calor. Estas mejoras ayudan a mantener la temperatura interior, reduciendo la necesidad de calefacción y refrigeración.

En segundo lugar, actualizar los sistemas de calefacción y refrigeración a modelos más eficientes es crucial. Los sistemas modernos consumen menos energía y son más efectivos, lo que contribuye significativamente a una mejor calificación energética. Además, la instalación de termostatos programables o inteligentes permite un control más preciso del consumo energético.

La utilización de energías renovables, como paneles solares para la producción de electricidad o agua caliente, puede mejorar notablemente la eficiencia energética de una vivienda. Estas tecnologías no solo reducen la dependencia de fuentes de energía no renovables, también disminuyen los costes a largo plazo y aumentan el valor de la propiedad en el mercado inmobiliario.

En Zazume te ayudamos a solicitar tu certificado energético si lo necesitas. Nuestro equipo lleva a cabo todas las gestiones necesarias para que puedas disponer cuanto antes de este certificado o renovarlo, si tu propiedad lo necesita. 

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