
Reglamento para inquilinos y la posibilidad de establecer normas
Para muchos propietarios y propietarias, establecer un reglamento para inquilinos es muy útil, con el objetivo de proteger la propiedad, sin embargo, es fundamental saber qué se puede regular, y qué aspectos del alquiler no pueden regularse de manera unilateral.
A continuación, vamos a evaluar qué normas pueden incluirse en un reglamento para inquilinos y las pautas que, en ningún caso, se pueden exigir por parte de propietarios y propietarias.
Las normas que se pueden incluir en un reglamento para inquilinos
Alquilar una propiedad implica un equilibrio entre proteger tus intereses como propietario y respetar los derechos de los inquilinos. A continuación, enumeramos algunas reglas comunes que los propietarios suelen establecer para sus inquilinos, siempre en el marco de la legalidad y el respeto mutuo:
- Pago puntual del alquiler: Establecer una fecha concreta para el pago y posibles penalizaciones por retraso. Es fundamental que los inquilinos entiendan la importancia de mantenerse al día con el alquiler.
- Depósito de seguridad: Se suele solicitar un depósito inicial que se devolverá al final del contrato si no hay daños en la propiedad o deudas pendientes.
- Mantenimiento del inmueble: Los inquilinos deben comprometerse a mantener la propiedad en buen estado, más allá del desgaste normal.
- Prohibición de subarrendar: Muchos propietarios prohíben que los inquilinos subarrienden la propiedad a terceros, para mantener un control sobre quién ocupa el inmueble.
- Política de mascotas: Establecer claramente si se permiten mascotas, qué tipo y si hay alguna restricción de tamaño o raza.
- Regulaciones sobre ruido: Es común establecer reglas sobre niveles de ruido, especialmente durante la noche, para asegurar un ambiente tranquilo y evitar molestias a los vecinos.
- Política de visitas: Establecer normas sobre visitas, especialmente si son prolongadas o si implican pernoctar.
- Fumar: Muchos propietarios prohíben fumar en el interior de la propiedad para preservar el estado del inmueble y evitar olores desagradables.
- Renovaciones o cambios estructurales: Es fundamental que los inquilinos entiendan que no pueden hacer cambios estructurales o reformas sin el consentimiento previo del propietario.
- Política de terminación: Establecer las condiciones bajo las cuales se puede terminar el contrato anticipadamente y las consecuencias de hacerlo.
- Uso de áreas comunes: Si el inmueble forma parte de un complejo con áreas comunes, se deben especificar las reglas para su uso y mantenimiento.
- Seguro: Puede requerirse que los inquilinos tengan un seguro de alquiler que cubra daños personales o pérdida de propiedad.
- Uso adecuado: La propiedad debe ser utilizada conforme a su naturaleza (por ejemplo, vivienda). No debe usarse para actividades comerciales, ilegales o peligrosas sin el consentimiento del propietario.
- Notificación: Establecer una política sobre cuánto tiempo de anticipación debe notificar el inquilino si decide no renovar el contrato y viceversa.
- Inspecciones: El propietario tiene el derecho de inspeccionar la propiedad periódicamente, pero siempre respetando la privacidad del inquilino y notificando con anticipación.
Es esencial que todas estas reglas se incluyan en el contrato de alquiler y que ambas partes, tanto el propietario como el inquilino, entiendan y acuerden sus términos antes de firmarlo. Además, es fundamental que estas reglas respeten la legislación local y nacional sobre alquileres, ya que no se pueden imponer condiciones que vayan en contra de la ley.
Qué normas no se pueden exigir a los inquilinos
Como propietario, es fundamental conocer tus derechos y responsabilidades, así como los del inquilino. Si bien puedes establecer reglas para proteger tu propiedad, hay ciertas normas o requisitos que no puedes imponer, ya que pueden infringir los derechos del inquilino o violar la legislación acerca del alquiler.
- Discriminación: No puedes negarte a alquilar basándote en raza, nacionalidad, religión, sexo, estado civil, discapacidad o edad.
- Acceso sin notificación: No puedes ingresar a la propiedad arrendada sin proporcionar un aviso previo, excepto en emergencias. La vivienda es el hogar del inquilino, y su privacidad debe ser respetada.
- Cambio de cerraduras sin consentimiento: Salvo circunstancias excepcionales, no puedes cambiar las cerraduras sin informar o sin el consentimiento del inquilino.
- Retención injustificada del depósito: No puedes retener el depósito de seguridad sin una razón válida, como daños a la propiedad o impagos.
- Imponer cargos exorbitantes: Cualquier cargo adicional, como por retrasos en el pago, debe ser razonable y estar claramente estipulado en el contrato.
- Obligar al inquilino a renovar: No puedes forzar a un inquilino a renovar el contrato.
- Limitar derechos básicos: No puedes prohibir situaciones como tener hijos, casarse o cohabitar mientras estén en la propiedad.
Las responsabilidades de los propietarios y propietarias incluyen la prohibición de incluir ciertas normas en el contrato del alquiler o en un reglamento para inquilinos, incluso si este es consensuado por ambas partes.
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