Tipos de avales para el alquiler

Tipos de avales para el alquiler y sus implicaciones

Para propietarias y propietarios, disponer de garantías adicionales para el alquiler supone una tranquilidad. Existen diferentes tipos de avales para el alquiler, que actualmente se pueden solicitar, este tipo de garantías adicionales permiten ampliar las alternativas en caso de impagos, daños en la propiedad, etc.

Qué es un aval para el alquiler

Un aval para el alquiler es una garantía que un tercero proporciona al arrendador para cubrir el pago del alquiler u otros costes relacionados, en caso de que el inquilino no pueda hacer frente a los pagos. Este tercero, conocido como avalista, se compromete legalmente a asumir las obligaciones financieras del inquilino si este incumple sus responsabilidades.

Como analizamos a continuación, el aval puede ser una persona física (como un familiar o amigo) o una entidad (como una empresa o un banco). Es común que los propietarios soliciten un aval en casos donde el inquilino no tiene un historial de crédito sólido, no tiene ingresos estables o suficientes, o se trata de un estudiante o una persona joven sin historial de alquiler previo.

El aval para el alquiler proporciona una seguridad adicional para el arrendador y puede facilitar el proceso de arrendamiento para los inquilinos que de otra manera tendrían dificultades para alquilar una propiedad. Si quieres saber más acerca de las garantías adicionales que se pueden solicitar en España para el alquiler, en este enlace podrás consultar más información. 

Tipos de avales para el alquiler en España

Existen varios tipos de avales que se pueden utilizar en un contrato de alquiler. Los siguientes son algunos de los más comunes:

  • Aval personal: Es el tipo de aval más comúnmente solicitado por los propietarios. En este caso, una persona física (por ejemplo un familiar, amigo, etc) se compromete a cubrir los gastos de alquiler en caso de que el inquilino no pueda pagar. Este tipo de aval requiere que el avalista tenga una situación financiera sólida, pues se convierte en responsable de la deuda si el inquilino no paga.
  • Aval bancario: Un aval bancario es una garantía emitida por una entidad financiera en la que el banco se compromete a cubrir el pago del alquiler si el inquilino no cumple con sus obligaciones. Este tipo de aval suele requerir que el inquilino deposite una cantidad de dinero en una cuenta bloqueada, equivalente a varios meses de alquiler. El principal inconveniente de este tipo de aval es que el dinero depositado por el inquilino no genera intereses y está bloqueado hasta que finalice el contrato de alquiler.
  • Seguro de alquiler: Algunas compañías de seguros ofrecen productos específicos para el alquiler de propiedades. Estos seguros cubren al propietario en caso de impago del alquiler por parte del inquilino, y a veces incluyen coberturas adicionales como daños a la propiedad o asesoría legal.
  • Fianza: Aunque técnicamente no es un aval, la fianza es una cantidad de dinero que el inquilino paga por adelantado al propietario como garantía contra daños o impago del alquiler. Esta fianza se devuelve al finalizar el contrato, siempre y cuando el inquilino haya cumplido con todas sus obligaciones.
  • Aval de una empresa: En este caso, una empresa actúa como avalista de su empleado. Esta opción se utiliza a menudo cuando una empresa alquila una vivienda para uno de sus empleados.

 

Estos avales tienen como objetivo proteger al arrendador en caso de que el inquilino no pueda cumplir con sus obligaciones de pago.

Derechos del avalista en casos de alquiler

Aunque la posición del avalista en un contrato de alquiler está orientada a proteger al arrendador, sin embargo, el avalista también tiene algunos derechos que deben ser respetados:

  • Derecho a la información: Antes de firmar el contrato de aval, el avalista tiene derecho a recibir toda la información necesaria sobre las obligaciones que está asumiendo.
  • Derecho a ser notificado: Si el inquilino incumple sus obligaciones de pago, el avalista tiene derecho a ser notificado por el arrendador antes de que se le exija el pago. 
  • Derecho a ser liberado del aval: Si el contrato de alquiler se renueva o modifica significativamente sin el consentimiento del avalista, este tiene derecho a ser liberado de sus obligaciones de aval. De la misma manera, si el inquilino y el arrendador acuerdan un aumento de renta sin consultar al avalista, este puede ser liberado de su responsabilidad.
  • Derecho a reclamar el pago al inquilino: Si el avalista ha tenido que hacer frente a los pagos, tiene derecho a reclamar el dinero al inquilino.
  • Derecho a la liberación del aval al finalizar el contrato: Una vez que el contrato de alquiler ha finalizado y todas las obligaciones han sido cumplidas, el avalista debe ser liberado de su papel de aval.

 

Es importante tener en cuenta que los derechos y obligaciones específicos del avalista pueden variar dependiendo del contrato específico, por lo que puede ser aconsejable buscar asesoramiento legal antes de aceptar avalar.

Zazume, tu contrato de alquiler seguro

En Zazume te ofrecemos una alternativa segura, un alquiler asegurado mes a mes, con el que puedes percibir tu renta en caso de impago, además, nuestro equipo se encarga de ofrecerte una lista de personas potencialmente interesadas en tu propiedad, con un historial financiero sólido. 

La documentación para alquilar un piso en España
La gestión de visitas en un piso alquilado